Chamamé en Corrientes
El Chamamé en Corrientes, Argentina
Chamamé
Es indiscutiblemente la principal representación de la danza y la música correntina, infaltable en cualquier evento o festividad, tanto pública como familiar.
El chamamé es una danza alegre y animada, que merece ser conocida y disfrutada por quienes eligen visitar la provincia de Corrientes.
Este ritmo es un elemento cultural que trasciende la música, ya que se convierte en expresión personal y colectiva.
Cuando alguien puede describir el sentimiento de todos en la música, en la letra.
Entonces brota el sapukay, desde lo más profundo del alma. Las poesías y las temáticas que se describen en las canciones son una clara expresión de la cotidianeidad, del origen y de las tradiciones de Corrientes.
Chamamé
Historia del Chamamé
Con epicentro en la provincia de Corrientes, su influencia llega al este del Chaco, norte de Santa Fe y norte de Entre Ríos. El sur de Misiones y parte del este de Formosa, participan de la vigencia del Chamamé.
Antiguamente se relacionaba al Chamamé con danzas cortesanas antiguas, que se bailaban desde la expulsión de los Jesuitas de nuestras tierras correntinas, allí reside el origen del chamamé con la mezcla de las distintas etnias que poblaron Corrientes.
El éxodo de correntinos hacia los algodonales y obrajes chaqueños en busca de mejores condiciones y su posterior afincamiento definitivo, ha provocado un desplazamiento hacia el este del área del
Chamamé y prácticamente los estratos populares rurales de las dos provincias que responden a la pauta folklórica guaranítica, son los portadores más importantes de esta expresión del folklore musical.
La proyección del
Chamamé en escala nacional producida por una preferencia general hacia los motivos musicales guaraníticos en los medios urbanos, hecho que iniciado hace unos quince años aproximadamente, crece en intensidad, y la difusión de composiciones lírico-musicales inspiradas en los ritmos del litoral podrían provocar consecuencia del movimiento interior-capital-interior, un ensanchamiento o por lo menos una revitalización del Chamamé en las áreas marginales a la región donde tiene su ámbito natural y efectivo, por el prestigio que le otorga la metrópolis convirtiéndola en moda nacional. Nuevamente damos al pueblo y al tiempo la palabra definitiva.
Chamamé Orillero es en el que se notan influencias del tango. Tal hecho ocurre en las periferias de las ciudades del ámbito guaraní.
Chamamé Ganci o Chamamé triste es una modalidad del
Chamamé y se caracteriza por su tónica, también se lo denomina
Chamamé Canción.
Otros Conceptos
Si atendemos a su condición de música folklórica, el Chamamé no cuenta con la antigüedad de otras danzas argentinas de esa especie, aunque debemos reconocer que su área de expansión y la penetración en el espíritu de los argentinos es muy superior al de muchas de aquellas.
En sus orígenes, el Chamamé fue una danza rural de pareja, pero la mencionada expansión por toda la zona mesopotámica primero, y por el resto del país luego se produjo también como un género vocal - instrumental.
El Chamamé es hoy, una de las pocas danzas populares argentinas que se baila de manera masiva en todo el país y que nunca ha perdido vigencia.
Su conformación musical hay que ubicarla hacia 1870, cuando en el acordeón de dos hileras de cantos y ocho bajos, conocido popularmente como
verdulera, llegó a Corrientes de la mano de los inmigrantes europeos.
Así, y en combinación con la voz humana,
el bandoneón, el contrabajo y las guitarras, terminaron por definir el sonido de esta música argentina.
Existen varios tipos de Chamamé, que reflejan a su vez diversos estados emocionales o circunstanciales de sus cultores.
Podemos diferenciar, por ejemplo, el
Chamamé Maceta de pulso y ritmo más vivos y habituales en los grupos que tocan en festivales y bailes, del
Chamamé Caté, más elegante y en lengua guaraní.